
Galerías
¡A mojarnos!
Semana negra Gijón 2016
Suspendidos en el tiempo desde la caída de Constantinopla
Aún recuerdo la sorpresa y el buen sabor de boca que me dejó El milagro secreto, de Borges. Muchos compartirán conmigo, es una delicia.
Seguir leyendo “Suspendidos en el tiempo desde la caída de Constantinopla”
El trasero negro de Hércules
En el imaginario mitológico griego, los Κερκωπες eran traviesas criaturas de traviesa maldad que vivían vagaban por el mundo y podían aparecer en cualquier lugar donde ocurriesen travesuras (su semejanza con los duendes de otras mitologías es inevitable).
La adversidad, Séneca
Indudablemente todos esperamos que nuestra vida sea un gran reto; el dilema es, distraídos por el caudal de distracciones, reconocerle, asumirle y afrontarle.
Inés y su hipocorístico
La gran dicha de mi vida ha sido tener una hija, se llama Inés. Aunque he tratado de encontrarle algún diminutivo o alguna forma cariñosa de llamarla sigue sin aceptar alguna de mis propuestas: Ini, Inita, Ina,… ninguna le complace más que Inesita y, al parecer, por pura costumbre.
Sator Arepo, un hápax legómenon
Recordé este término, alguna vez escuchado en una clase de la universidad, después de encontrarme, fortuitamente, con el palíndromo SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS (del cual hablaré más adelante).
Ulises. Tennyson
Siempre resulta interesante las miradas que poetas y artistas imprimen sobre un personaje clásico; aquí tenemos un poema sobre el que es, a mi gusto, el más grande héroe épico, Ulises. Vale la pena seguir la reflexión de Tennyson sobre la disyuntiva entre terminar una vida de viajes y aprendizajes quedando anclado a una vida sedentaria o rematarla con la inercia que llevaba el de Ítaca, aprovechando cada experiencia para aprender (aunque con menos vigor, con las mismas ganas de gastarse la vida siendo lo que uno es). Alfred Tennyson fue un poeta inglés que vivió en los inicios del siglo XIX; tal vez después de La carga de la brigada ligera este sea su mejor poema. Seguir leyendo "Ulises. Tennyson"
La tristeza
Últimamente he estado cerca de personas tristes, ya sea por un pesar amoroso, por una pérdida e incluso por la mera estación en la que estamos.
Recordé esta cita de Séneca, la puse en este muro sin juzgar la tristeza de nadie, aunque sí la pereza de algunos:
La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste.
Séneca