respeto
a los que enseñan sus palabras al mundo
sin máscaras
sin capas que los protejan
ellos charlan sagaces
sacando plática desde la entraña
y acompasándola con ritmo
sorpresa osadía
y filtrando el pudor
esta gente de letras
brutal esotérica variable
desvelada y alejandrina
heredó de su dios el poder creador
reconociéndose entre ellos
como semidioses castrados
de un séquito extasiado
de una mecánica de conjuros iniciáticos
por las noches
cuando afilan sus versos
me reciben con aliento orgiástico
cuando me acerco para saludarlos